lunes, 30 de enero de 2012

Hiperespacio... (III)

Extracto del libro Hiperespacio del gran divulgador científico Michio Kaku, personaje mediático que me apasiona, cabeza de excelentes documentales de televisión y autor de varios libros sobre ciencia.. Espero lo disfruten.



Místicos y Matemáticos

En Los Hermanos Karamazov, Fyodor Dostoyevsky hace que su protagonista, Ivan Karamazov especule con la existencia de dimensiones superiores y geometrías noeuclidianas durante una discusión sobre la existencia de Dios. En la novela de H.G. Wells, "El Hombre Invisible", la fuente de la invisibilidad era su habilidad para manipular la cuarta dimensión. Oscar Wilde, en su novela "El Fantasma de Canterville" se refiere a la cuarta dimensión como el mundo donde habitan los fantasmas. La cuarta dimensión aparece tambien en las obras de Marcel Proust y Joseph Conrad ; inspiró algunas de las obras musicales de Alexander Scriabim, Edgar Varege y George Antheil. Fascinó a personalidades tan dispares como el psicólogo William James, la figura literaria Gertrude Stein o el revolucionario socialista Vladimir Lenin. Lenin incluso sostuvo una polémica sobre N dimensiones con el filósofo Ernst Mach en su Materialismo y Empiro-criticismo. Lenin alabó a Mach, quien propuso la muy útil e importante cuestión del espacio de N dimensiones como un espacio concebible, aunque luego le censurase al insistir que el Zar solo podía ser derrocado en la tercera dimensión.

La cuarta dimensión ha tenido un efecto considerable en la evolución del arte moderno. La historiadora de arte, Linda Henderson comenta que la cuarta dimensión y la geometría no euclidiana surgen como uno de los temas más importantes, unificando gran parte del arte moderno. Los artistas han estado particularmente interesados en la cuarta dimensión por las posibilidades de descubrir nuevas leyes de perspectiva. En la Edad Media, el arte religioso se distinguía por su deliberada falta de perspectiva. Los siervos, campesinos y reyes eran representados como si fuesen planos, parecido a como los niños dibujan a las personas. Dado que Dios es omnipotente, pudiendo por lo tanto ver todas las partes del mundo por igual, el arte debía reflejar Su punto de vista, de manera que el mundo tenía que ser representado bidimensionalmente.

El arte del Renacimiento fue una revuelta contra esta perspectiva en la que Dios era el centro de todo. Amplios paisajes, representaciones realistas y en tres dimensiones de las personas, vistas desde el punto de vista del ojo humano, con las lineas de la perspectiva fundiéndose en el horizonte. El arte del renacimiento reflejó la manera en  que el ojo humano percibe el mundo desde el punto de vista singular del observador. En otras palabras, el arte del Renacimiento descubrió la tercera dimensión. Con el comienzo de la era de las máquinas y el capitalismo, el mundo artístico se revolvió contra el frio materialismo que parecía dominar a la sociedad industrial. Para los cubistas, el positivismo es una camisa de fuerza que nos restringe a lo que es posible medir en un laboratorio, suprimiendo los frutos de nuestra imaginación. Se preguntaron: ¿Porqué el arte tiene que ser clínicamente realista ? Esta revuelta  cubista contra la perspectiva se apoderó de la cuarta dimensión porque tocó la tercera dimensión desde todas las perspectivas posibles. Puesto simplemente, el cubismo se hizo con la cuarta dimensión. Las pinturas de Picasso son un excelente ejemplo, mostrando un claro rechazo de la perspectiva tridimensional, con las caras de las mujeres vistas simultáneamente desde varios ángulos. En vez de un solo punto de vista, las pinturas de Picasso muestran múltiples perspectivas como si hubiesen sido pintadas por un ser de la cuarta dimensión, capaz de visualizar todas las perspectivas simultáneamente.

miércoles, 25 de enero de 2012

Hiperespacio... (II)

Extracto del libro Hiperespacio del gran divulgador científico Michio Kaku, personaje mediático que me apasiona, cabeza de excelentes documentales de televisión y autor de varios libros sobre ciencia. Espero lo disfruten.


¿Por qué no podemos ver la Cuarta Dimensión?

Para entender estas dimensiones superiores recordamos que es necesario tres números para localizar cualquier objeto en el universo. Por ejemplo, si quieres quedar con unos amigos en Manhattan, os citáis en el edificio de la esquina entre la calle 42 y la Quinta avenida, en el piso 37. Necesitas dos números para localizar tu posición en un mapa, y otro número para especificar tu localización sobre el mismo. Si os habéis citado a las 10 de la noche, entonces se necesitan cuatro números para especificar el espacio y el tiempo de la cita.

Aunque lo intentemos, a nuestro cerebro le es imposible visualizar la cuarta dimensión espacial. Los computadoras, por supuesto, no tienen problema para trabajar en un espacio dimensional N, pero las dimensiones espaciales más allá de tres son simplemente imposibles de conceptualizar para nuestros cerebros. (La razón de este desafortunado accidente tiene más que ver con la biología que con la física. La evolución del hombre puso como prioridad el ser capaz de visualizar objetos moviéndose en tres dimensiones. Había una presión de selección sobre los humanos que pudiesen esquivar el ataque de un tigre con colmillos de sable o acertar con una lanza a un mamut lanzado a la carga. Dado que los tigres no nos atacan en la cuarta dimensión espacial, simplemente no había ninguna ventaja en desarrollar un cerebro con la habilidad para visualizar objetos moviéndose en cuatro dimensiones).

Encontrarse con un Ser de una Dimensión Superior

Para entender alguna de las inconcebibles nociones sobre dimensiones superiores, imagina un mundo de dos dimensiones, llamado Planolandia (Flatland en el original como en la novela de Edwin A. Abbot) que se parece a un mundo que existe en la tabla de una mesa. Si un habitante de Planolandia se pierde, podemos registrar rápidamente todo planolandia, mirando directamente dentro de las casas, edificios e incluso en los sitios más escondidos. Si un habitante de Planolandia se pone enfermo, podemos llegar a su interior para operar, sin llegar siquiera a cortar su piel. Si un habitante de Planolandia es encarcelado (un círculo que lo rodea) podemos simplemente levantarlo de Planolandia dentro de la tercera dimensión para volver a colocarlo en otra parte. Si metemos los dedos y los brazos en Planolandia , los habitantes de Planolandia solo verán círculos de carne a su alrededor, constántemente cambiando de forma fundiéndose con otros círculos. Y finalmente si traemos a un habitante de Planolandia a nuestro mundo de tres dimensiones, solo vería secciones bidimensionales, una fantasmagoría de círculos, cuadrados, etc cambiando de forma constántemente y fundiéndose unos con otros.

Ahora imagina que somos habitantes tridimensionales de Planolandia siendo visitados por un ser de una dimensión superior. Si nos perdemos, un ser de estas características puede registrar de un vistazo el universo entero, mirando dentro incluso de los más recónditos escondrijos. Si nos ponemos enfermos, un ser así podría operar en nuestro interior sin necesidad de tocar siquiera nuestra piel. Si estuviésemos en una prisión de máxima seguridad, podría sacarnos a una dimensión superior para colocarnos de vuelta en algún otro lugar. Si un ser de una dimensión superior mete sus dedos en nuestro universo, aparecerían como informes masas de carne sobre nosotros que constantemente se juntan y dividen. Y finalmente, si fuésemos lanzados al hiperespacio, veríamos una serie de esferas, masas informes y poliedros cambiando de forma y color que aparecen y desaparecen misteriosamente.

De esta manera, la gente de dimensiones superiores tendría poderes parecidos a los de un Dios: podrían caminar a través de las paredes, podrían aparecer y desaparecer según su voluntad igual que podrían ver a través de los edificios. Serian omniscientes y omnipotentes. No es raro, por tanto, que esta especulación sobre la existencia de dimensiones superiores haya provocado un enorme interés literario y artístico a lo largo de los últimos cien años.

sábado, 21 de enero de 2012

Hiperespacio... (I)

Hice una larga pausa en Sortilegio... fue para bien, subiré completo en varias entradas un extracto del libro Hiperespacio del gran divulgador científico Michio Kaku, personaje mediático que me apasiona, cabeza de excelentes documentales de televisión y autor de varios libros sobre ciencia. Espero lo disfruten.


Una odisea científica a través de la décima dimensión.




Traducción: Gonzalo Pavillard
El Dr. Michio Kaku es profesor de física teórica en el CUNY Graduate Center y el CCNY. Este artículo es una adaptación de su best-seller "Hiperespacio: Una Odisea Científica a través de Universos Paralelos, Curvas del Tiempo y la Décima Dimensión.

Contenido

  • Introducción
  • ¿Por qué no podemos ver la Cuarta Dimensión?
  • Encontrarse con un Ser de una Dimensión Superior
  • Místicos y Matemáticos
  • Unificando las Cuatro Fuerzas
  • Las Cuatro Fuerzas Fundamentales
  • Que sucedió antes del big Bang?

Introducción

¿Existen dimensiones superiores? ¿Están los mundos invisibles más allá de nuestro alcance, más allá de las leyes corrientes de la física? Aunque las dimensiones superiores hayan sido históricamente cosa de charlatanes, místicos y de escritores de ciencia ficción, muchos físicos teóricos creen ahora, no solo que las dimensiones superiores existen, sino que además pueden llegar a explicar algunos de los más profundos secretos de la naturaleza. Aunque queremos aclarar que no existen evidencias experimentales de la existencia de dimensiones superiores, en principio, pueden llegar a resolver el problema esencial de la física: la unificación final de todo el conocimiento físico a un nivel fundamental.

Mi propia fascinación con las dimensiones superiores comenzó pronto durante mi infancia. En uno de mis más felices recuerdos de la infancia permanecía agachado junto al estanque del Jardín del Te Japonés de San Francisco, contemplando hipnotizado las carpas de colores nadando suavemente bajo los nenúfares. En esos momentos de calma, me hacia una pregunta tonta que solo un niño podría hacerse: ¿cómo ven las carpas en aquel estanque el mundo que les rodea? Habiendo pasando su vida entera dentro de aquel estanque, las carpas creerían que su universo consiste de agua y de nenúfares; solo vagamente conscientes de la posibilidad que un mundo extraño existiese justo por encima de la superficie.

Mi mundo escapaba a su comprensión. Me intrigaba que pudiese estar a solo unos centímetros de las carpas y que al mismo tiempo estuviésemos separados por un abismo. Concluí que si hubiese algún científico entre las carpas se mofaría de cualquier pez que propusiese que un mundo paralelo podría existir por encima de los nenúfares. Un mundo invisible más allá del estanque no tendría sentido para la ciencia'.

Una vez imaginé qué ocurriría si de repente agarrase una de las carpas científico y la sacase fuera del estanque. ¿Qué pensaría la carpa? La sorprendida carpa científico contaría una historia realmente increíble. Habiendo sido de alguna forma sacada fuera del universo (el estanque) adentro de un misterioso mundo vacuo, otra dimensión con luces cegadoras y objetos de extrañas formas como nunca ninguna carpa había visto con anterioridad. Lo más extraño de todo era la masiva criatura responsable de aquel atropello, que no se parecía en nada a un pez. Sorprendentemente, no tenía aletas ni nada parecido y sin embargo podía moverse sin ellas. ¡Obviamente las leyes normales de la física no eran aplicables en aquel extraño mundo! Durante años me imaginé que éramos como las carpas en aquel estanque, vivimos nuestras vidas felizmente, ignorando otros mundos que posiblemente coexisten con nosotros, riéndonos ante cualquier sugerencia de un mundo.

Todo esto ha cambiado dramáticamente en los últimos años. La teoría de un espacio dimensional superior, antes relegado al ámbito de los charlatanes y los místicos, puede llegar a convertirse en la pieza central a la hora de descifrar el misterio del origen del universo. En el centro de esta revolución conceptual está la idea de que nuestro familiar universo tridimensional es demasiado pequeño para poder demostrar la miríada de fuerzas que gobiernan el universo. El conocimiento detallado de nuestro universo físico llena bibliotecas enteras con montañas de diarios técnicos y montones de libros oscuros y eruditos. Algunos creen que el objetivo último de la física es obtener una ecuación o expresión a partir de la cual toda esta voluminosa información pueda ser derivada desde primeros principios.

Hoy, muchos científicos creen haber encontrado el campo teórico unificado que eludió a Einstein en los 30 últimos años de su vida. La llave consiste en expresar las leyes de la física en un espacio dimensional superior, donde las leyes se hacen simples, unificadas, y elegantes, que encajan como las piezas de un puzzle. Aunque la teoría de un espacio dimensional superior no ha sido verificada (de hecho, seria increíblemente costoso demostrarla experimentalmente) ya se han publicado más de 5.000 escritos relacionados con la teoría de las dimensiones superiores, empezando con el trabajo pionero de Kaluza y Klein en los años 20 y 30 hasta las teorías de la supergravedad de los 70 para llegar finalmente a la superstring theory de los 80 y 90. De hecho, la superstring theory, que postula que la materia consiste de pequeños cordeles vibrando en el hiperespacio, predice el número exacto de dimensiones del espacio y del tiempo: 10.