Unificando las Cuatro Fuerzas.
Históricamente, los físicos han rechazado la teoría de las
dimensiones superiores porque no podían ser medidas y tampoco tenían ningún uso
concreto. Pero para comprender cómo al sumar dimensiones superiores se puede,
de hecho, simplificar problemas físicos, consideremos el siguiente ejemplo.
Para los antiguos egipcios el clima fue siempre un misterio. ¿Qué provocaba las
estaciones? ¿Porqué se hacía más caluroso al viajar hacia el sur?.
El clima era
imposible de explicar desde el limitado punto de vista de los antiguos
egipcios, para los cuales la tierra era plana, como en un plano bidimensional.
Ahora imagina a los antiguos egipcios viajando al espacio exterior en un
cohete, desde donde pudiesen ver la tierra en su totalidad, en su órbita
alrededor del sol. De repente las soluciones a estas preguntas serían obvias.
Desde el espacio exterior, resulta claro que la tierra se
inclina unos 23 grados sobre su eje en su órbita alrededor del sol. Debido a
esta inclinación el hemisferio norte recibe mucha menos luz solar durante una
parte de su órbita. Así es que ya que el ecuador recibe más luz solar que las
regiones polares del norte o del sur, el clima es más cálido según nos
acercamos al ecuador.
Resumiendo, las aparentemente oscuras leyes que rigen el
clima son fáciles de entender una vez que visualizamos la tierra desde el espacio
exterior. De esta manera la solución está en salir al espacio, a la tercera dimensión.
Hechos que eran imposibles de entender en un mundo plano se hacen de repente
obvios cuando podemos ver una tierra tridimensional.
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