viernes, 19 de noviembre de 2010

Nadie Habla En Nombre De Haití... (II)

                      
Los teóricos de la situación haitiana no paran de opinar y lo que más me asombra es que quieren descargar en el tímido Estado haitiano la responsabilidad de su desarrollo. Siguen diciendo que la falta de institucionalidad, que la falta de seguridad, que la mala administración de los recursos y un larguísimo etc. son causas de la extrema pobreza de su población. 


La realidad de Haití en números antes del terremoto habla sin necesidad de análisis. 

Hace meses leí en un periódico digital de Venezuela algunas cifras que dicen del verdadero terror en que vive la gente en ese pequeño espacio geográfico; de unas 8.320.000 personas, un número tan alto como 6, 400,000 de estas no tiene trabajo estable, y casi el 90 por ciento, poco más de 7, 000,000, no tienen acceso mínimo a la salud, si seguimos buscando datos encontramos que mas de 3, 500,000 niños no asisten a escuelas...

Las condiciones de vida y salud no necesitan explicación: 47 de cada cien personas tiene desnutrición crónica, y de estos, los que sobreviven, el  60 por ciento muere de sida, que por cierto, en veinte años, entre 1981 y 2001 murieron mas de 300 mil por esta enfermedad, unas 15 mil personas por año, casi 45 personas por día. El 90 por ciento de los infantes tiene parásitos intestinales y más del 60 por ciento no están vacunados.

El ingreso es tan bajo que linda lo impensable, menos de un dólar al día y según reportajes que he visto, una parte de la población suple su alimento con una galleta hecha de lodo, manteca vegetal y un poco de sal. De ahí que la esperanza de vida de su población sea menor a los 54 años, según wikipedia, la mortalidad infantil es de 72 por mil nacidos. El 98 y ocho por ciento del territorio esta deforestado, gracias a que la casi totalidad de la población no conoce otro combustible que la leña.

Con esta centenaria realidad, un conglomerado humano no tiene posibilidad de conformar un estado viable; por eso decimos que los estados industrializados deben motorizar esa economía y a la par realizar un proceso de saneamiento humano, invertir en los niños haitianos, en la mujer haitiana, en el hombre haitiano, en la fácilmente saneable ecología haitiana, convertir a Haití en un centro agrícola y ganadero en donde la mano de obra adulta haitiana se gane el sustento de los infelices sin futuro niños haitianos. La producción es creadora, es la muestra social de la capacidad de moldeo del ser humano de la naturaleza que lo rodea; forjemos al haitiano creador, pongámoslo a trabajar; el trabajo es un dignificador de la condición humana, dignifiquemos la sociedad haitiana.

1 comentario:

Mabel G. dijo...

Muy buena labor la tuya, Soy !
Realmente encomiable. Deberías abrir un espacio en Twitter y otro en Facebook, para que más gente conozca tus opiniones tan humanitarias y tus pedidos por la pobre gente haitiana.
Lamentablemente, detrás de cada situación lastimosa... casi siempre hay planes preestablecidos. (mira si no lo que "dejaron" que sucediera en Africa... y siguen "dejando" que suceda.
Un abrazo !