jueves, 3 de febrero de 2011

Nadie Habla En Nombre de Haití... (VIII)


En la actividad política, por encima de lo que digan politólogos que escriben maravillosos y bien condimentados libros, la conveniencia juega un papel determinante, superior; ella plantea los distintos grados de escrúpulos a utilizar, a las personas que hay que manejar, a las que hay que eliminar, a las que hay que darles las espaldas. Ahora bien, hasta la gradación de los escrúpulos debe tener linderos establecidos, y el olfato correcto del político o del equipo político, no puede perderse los aromas que le llegan indicando que se esta superponiendo el inmediatismo sobre la visión a mediano y largo plazo. 

Pero también el político y la praxis política no pueden obviar lo que mi pueblo refranea diciendo que hay que tomar y dejar caer; esto significa que no todo, en cualquier ámbito humano debe ser para uno, o más claramente, la cotorra come pero deja caer boronas.

Haití esta siendo abandonado voluntariamente, dejando que el tiempo corra, dejando que la inercia, generada por la inacción, provoque olvidos en la mente de la humanidad. No podemos permitir que cerquita del país más poderoso y rico del mundo, del que tiene el control hegemónico de la realidad americana, del país que decide lo que va y lo que no va, Haití se siga cayendo a pedazos, que mueran millares de personas del cólera en tres meses y medio, y que todo pase así, como si nada, como si fueran animales al matadero. 

Cómo es posible que se quieran seguir haciendo análisis, si lo que se necesita son inversiones. En Haití no hay una población que en pocos años pueda sostener empresas de cierta importancia, pero sí pueden, como ya he dicho en entradas anteriores, trabajar la tierra; Inversionistas que ocupen a decenas de miles de personas, que los conviertan en obreros agrícolas, que establezcan zonas francas de baja tecnología, etc., en fin, ganan los haitianos y ganan los sectores económicos internacionales.

¿Saben por qué les comento estas palabras?  Porque a final de enero Hillary Clinton viajó a Haití, y se dedicó a hablar de elecciones, de crisis post electoral y disparates como esos, propios de estados reales. Entre sus preocupaciones no gravitó la gente que a su alrededor moría, que sufría, no le importó a ella ni a su política imperial el dolor de los niños y niñas haitianos que se consumían a sus ojos. Yo no entiendo como se puede ser madre o padre, y tener una responsabilidad como la de ella, facilidades como la de ella y de su país, y no sentir nada, absolutamente nada, por esa gente de mirada triste, desconsolada, que llenaba su entorno. 

Un país donde, según noticias leídas, mueren por cientos en los sectores rurales, debido a que el centro de atención medica más cercano puede estar hasta a siete horas caminando, por la falta de caminos para acceder en auto. Un país que lleva casi 300 mil afectados de cólera, de los cuales han muerto cerca de 4500.

El secretario general de la ONU, cónsono con las orientaciones de Estados Unidos, dijo que todo está mejorando, se puede leer aquí su visión sobre el problema haitiano. Cuanta indiferencia, cuantos indolentes. Pero para no seguir escribiendo sobre las opiniones de estas dos influyentes personalidades, las declaraciones de Hillary Clinton  pueden leerse aquí y también pueden disfrutar esta entrevista que concedió en su visita a Haití. No abandonemos al pueblo haitiano, usemos la herramienta que tenemos a mano los que no podemos materialmente resolverle su situación: la palabra. 

Castiguemos a la comunidad internacional con el látigo justiciero del verbo; no desesperemos, si transcurre el tiempo y no actúan, continuemos, sin agotamiento, sin que la inercia nos doblegue. Los ayes caerán sobre ellos y los sacudirán, y quien sabe, si hasta los sensibilizan.

1 comentario:

Mabel G. dijo...

Mi querido amigo Soy, nunca esperes nada de un yankee... ellos están para "gobernar al mundo" y ese concepto de "gobernar" no implica "ayudar" sino "hacer negocios" y sustraer sus fuentes además de otros planes anexos.
Ya lo han demostrado a lo largo de la historia de nuestros días, comenzando alrededor de la primera guerra mundial.
Te recomiendo que leas "Hitler ganó la guerra" de Walter Graziano. Si no lo consigues, hasta hace un año atrás estaba disponible en forma digital. Te lo recomiendo.
Un abrazo y seguiremos pidiendo a gritos por ese pueblo herido e ignorado.