miércoles, 28 de septiembre de 2011

Reposición...(II)


Tomado de La presencia de lo etereo...la necesidad de decir. de fecha 14 de Julio de 2010.



Yo, Evolución (II)


Lo completamente voluminoso no se concibe impalpable… no será más huella inerte merodeando infinitesimales brechas cósmicas donde cernirse para reconocerse presente. Y en su nuevo curso- que se resiste a ser efímero- se asocian los nuevos agentes portadores de lo naciente; roces imberbes caracterizan el trocito de realidad embutida en el ser espacial, y por el recto del nuevo trozo de cosmos, se desechan- por necesidad- innumerables briznas infecundas: Nada retarda lo entero de lo naciente… en el nuevo lapso el movimiento responde al estímulo; el arrítmico vaivén suscita de manera inevitable nuevas necesidades, y lo vasto responde a ello concibiendo en lo prolífico de lo heterogéneo, el artilugio acertado donde transformar parte de lo orgánico originado… traza rutas, corrige naturaleza, avanza glorioso apoyándose en sus bien firmes determinaciones; corta secciones y obtiene de toda esta sucesión, el triunfo merecido de la labor espacio-temporal realizada por su simiente: ¡el cosmos escucha, observa y siente!

4 comentarios:

La abuela frescotona dijo...

asi es el cosmos, el movimiento contínuo, el cambio constante, en el mágico ritmo divino....
saludos amiga

soy... dijo...

Gracias por tu comentario.

Ah, y soy amigo.

saludos.

Fran dijo...

¿Soy lo que soy, o estoy siendo? La necesidad de ser, se concibe como un cambio exhaustivo de la energía presente. Un nuevo comienzo suscitado por el arrastre de las cadenas del tiempo. Y más allá del espacio, cada parte del todo se combina con la única finalidad que evoca el nuevo augurio: existir.

P.d. Saludos, maestro. Excelente post (como siempre). Por cierto, ya le contesté sus comentarios. Buen día.

soy... dijo...

Fran

!Exacto! La idea de esta serie pretende recordar en todo momento lo que somos y que pretendemos negar: partes del todo.

Hablamos del cosmos como agente externo, y el cosmos también somos nosotros mismos...

Se feliz.