miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reposición... (V)

Tomado de La presencia de lo etéreo...la necesidad de decir, de fecha de fecha 16 de septiembre de 2010



Yo, creación (II)

En algún tiempo no medido, chispa innaciente, no estuviste tú conmigo. En ese vívido instante yo en ti, fuego ubicuo, te veo y la distancia en ti es… y por tu racionalidad tú pretieres. En mi senda avanzas siempre en ti, invidente. Padecer: tú dispones y en tu albedrío yo concedo. Yo inoculo tu verdad. Ahora traducido eres y lo ilusorio esta en ti…en tu nuevo estado no serás; tu camino es converger conmigo, y en eras de tiempo será tu porfía. Brotarás en lo efímero y en lo transitorio analizarás: es tu tropiezo. Tu desarrollo está en ti y lo que está en ti ¿acaso no soy yo? ¡Encontrarte conmigo es lo mismo que contigo! Y en cierto momento, con la heredad de tus experiencias transitada de cuerpo en cuerpo, asimilarás el arcano eterno en lo material encubierto ¡Yo soy perfecto! Y con la alegría –ella te desborda- de tu ser manando de ti, asumes en mi condición imperecedera lo que realmente eres: amor…

4 comentarios:

clariana dijo...

He venido algunas veces ya a leer tu post y ese diálogo con la perfección, con el Yo creador y el otro componente del mismo es misterioso. Me hace pensar que lo creado evidentemente es perfecto, es maravilloso de observar... luego hay algo que ya se me escapa pensando en ello, que es esa disparatada lucha que mantenemos todos los seres vivos por sobrevivir, de una manera nada fácil, que no tiene nada que ver con toda esa belleza de la creación.
Ya sé que ese no es el significado de tu post, es sólo lo que pienso al leerlo.
Un saludo.

soy... dijo...

clariana

Hay dos visiones básicas, una que dice que somos - y el todo- resultado de un proceso evolutivo y otra que somos producto de la creación hecha por un ser omnipoderoso.

En esta serie de tres, supuestamente está hablando el creador de todo. El cuenta como de su energía crea la materia y luego como energiza de nuevo la materia generando los primeros seres vivos, de como a esa materia le da vida, y luego como toma la misma materia y le da conciencia. Al final, según el punto de vista de la creación, esa conciencia existe con el objetivo de cultivar el amor.

Fran dijo...

Saludos, Maestro. A ver… Arrastrándose tras las arenas del tiempo, bajo el sórdido vacío de un destello incesante, en una vasta oscuridad perpetua surge un haz de luz: ¿simple energía? No… Algo distinto, algo etéreo que busca en sí mismo su razón de existir. Piensa, siente, razona… una plausible complejidad que lo empuja hacia la concepción abstracta de su fin absoluto: ¿sentir? Un ser cambiante, imperfectamente perfecto, en su incesante búsqueda. Una presencia física, que lo limita y lo cuestiona sobre su propia razón: existir.

Saludos.

soy... dijo...

Fran

Sencillamente brillante. Sin desperdicio, elegante, literariamente limpio. Otro trozo de comentario regalado a mi rinconcito.

¿Cómo recompensar eso? no hay forma.

Un saludo.